"Cuando viene a pedirme que convenza a mi marido para que éste
presione desde dentro del sindicato para parar la huelga, no puedo tenerle ningún respeto. Lo pierde usted mismo, como lo pierde cuando no es fiel a la verdad en sus homilías.
(Un momento de silencio y con un resurgimiento de fuerza y valentía)
Si su visita solo tiene ese fin, ruego que tome el café y se vaya."
El público atento, la tensión de la discusión se palpa en la sala, la invitación a que el cura se vaya de casa de Justina es recibida por los espectadores con un aplauso.
Es claro de parte de quien se han posicionado. Es claro que están dentro de la historia. Es claro que hemos llegado al público cumpliendo el objetivo de los que hacemos "Guernica 1913", de los que hacemos Teatro.
El 13 de abril a las ocho de la tarde en la casa de cultura de Urduliz volverá a tomar cuerpo la escena, la obra... resucitarán los personajes reviviendo lo que pasó en Gernika en aquel, ya lejano, otoño de 1913.
Dice Ander Lipus que el teatro es muy parecido a una alfombra, una alfombra de esas persas que destacan en los suelos de cualquier lugar por su belleza, sus colores, sus diseños... esa misma alfombra que cuando se le da la vuelta se ven miles de nudos hecho con paciencia y tiempo. Despacio, con delicadeza y decisión. Así es el teatro, como la alfombra, luce en el escenario, pero para ello precisa de un arduo trabajo, de muchas horas de de paciencia y preparación, de intentos y fracasos, de pruebas, sentimientos... buscando el desequilibrio que nos abocan al movimiento, a la acción.

Vamos avanzando...
¡ABUELITA DE BATMAN QUE SÍ!
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