Este sábado 18 de octubre Banarte Antzerki Taldea va a trasladar el hogar de Cayetana Sota (Dolma Romera) y Gustavo Ortega (Rafa Herce), ese coqueto piso que tienen en plena calle de Bilbao la Vieja, al centro de Palma de Mallorca. La magia del teatro hará que la cena que Cayetana y Gustavo realizan cada cierto tiempo con Enrique (Aitor Berrio), el hermano de Cayetana, y su mujer, la estilista catalana Gemma Grau (María Otxandiano), y a la que acude, como uno más de la familia, el trombonista Roberto Cuesta (Edu Pombar), amigo íntimo de Cayetana y Enrique se realice en la calle Contestí, 13 de Palma de Mallorca.
El escenario del teatro Nostra Terra se convertirá en el salón de la casa de Cayetana y Gustavo. Es una ocasión muy especial, Cayetana ha preparado en honor de su amigo Roberto uno de los menús que más le gusta a este, conoce todos sus secretos, se lo cuentan todo, un bufet marroquí. Van a recibir a Enrique que trae las últimas noticias del embarazo de su mujer Gemma, esa barcelonesa glamurosa que cambió la ciudad Condal por el moderno Bilbao solo por amor. El primogénito viene de camino y ya tienen los resultados de la importante ecografía que conforma lo más esperado por Enrique, que sea su heredero.
Todo empieza como de costumbre, cada cual en sus tareas y la llegada de los invitados va creando el ambiente de quienes son más que amigos, con esa confianza que da la relación profunda existente y que permite construir un ambiente relajado y divertido.
Lo que empieza como la conveniencia del nombre que pondrán al chaval, irá transformándose en una catarata de situaciones disparatadas que no darán descanso al público, que pasará del esbozo de la sonrisa inicial a la carcajada abierta.
Pero, escondido tras esa pantalla de risas, se muestra una realidad muy cruel, la de las miseria que cada uno de nosotros llevamos dentro y nos esforzamos de tapar con nuestra careta cotidiana, el individualismo, la soledad, el desconocimiento de quienes tenemos próximos, muy al lado. La complejidad humana y de la sociedad. Todo de una forma directa y divertida que no descansa un momento (la reflexión se deja para la salida del teatro).
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