Si alguien busca en el diccionario de la Real Academia
de la Lengua la palabra “cultura” encontrará lo siguiente:
cultura
Del lat. cultūra.
2. f. Conjunto de
conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
3. f. Conjunto de
modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico,
industrial, en una época, grupo social, etc.
4.
f. de sus. Culto religioso.
Cultura física
1.
f. Conjunto de conocimientos sobre gimnasia y deportes,
y práctica de ellos, encaminados al pleno desarrollo de las facultades corporales.
Cultura popular
1. f. Conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida
tradicional de un pueblo.
De ellas me quedo con la segunda y tercera afección y
con la definición de “cultura popular”. La segunda nos habla del conocimiento
que permite a alguien desarrollar su juicio crítico, es decir una visión
individual del término y la tercera, junto con “cultura popular” es una visión
colectiva, habla sobre el conjunto de modos de vida y conocimientos de un grupo
social o de una época, en definitiva, de un pueblo en un tiempo dado.
El teatro entronca con estas dos definiciones de la
palabra cultura. Es una actividad que social, que trata sobre los modos de
vida, los conocimientos, los valores, las formas de sentir, de expresarse ve
entender el mundo de un grupo social en una época dada. También es una activad
que permiten a una persona el adquirir y desarrollar un conjunto de
conocimientos, herramientas (como dicen ahora, de “competencias”) que completan
los conocimientos para poder dar un juicio crítico. La cultura nos define como
colectivo, como pueblo, y nos desarrolla como persona.
La actividad teatral hace que, por un lado entremos en
un mundo de observación y consciencia de lo que nos rodea, de los demás y de
nosotros mismo que logra que nos reconozcamos y pongamos en valor. Por el
propio conocimiento de nuestro propio ser y por el conocimiento de “el otro”.
Logra que seamos conscientes del “momento” y de lo “importante”. Que estemos en
un “aquí y ahora” con nosotros mismos y
con el otro al que reconocemos y ponemos en valor (es nuestro reflejo en el
escenario, si él no está, no se nos ve a
nosotros).
El reconocimiento del otro, y el conocimiento de uno
mismo nos encamina al empoderamiento y realización personal. Esto ocurre en silencio, en nuestro interior y vamos tomando
consciencia, poco a poco de ello. Lo mimos que nos sorprendemos de nosotros y
nostras mismas cuando hacemos cosas que nos parecían imposibles o que ni
siquiera habían pasado por nuestra imaginación. Luego está el reconocimiento
del espectador que aplaude, o del crítico de opina…
En el teatro se encarnan personajes, se da carne, se
presta el cuerpo (y la mente) a un espíritu surgido de un texto, de una idea y
de una visión. Esto hace que se trascienda más allá del texto y se ahonde en
las intenciones que se desean comunicar.
Todo ello te lleva a una mirada profunda sobre una serie de cuestiones de toda
índole que hacen, con lo referido arriba, desarrollar muy eficientemente un
juicio crítico. Es decir, que hacen cultura.
El juicio crítico individual cuando se suma al de
otros individuos crea la expresión de un modo de vida, costumbres y
conocimientos de ese colectivo en ese momento. El teatro es esa expresión por
lo que el teatro es cultura.
La cultura la crea la gente que forma la sociedad, es
decir la crea el “pueblo” y tiene como destino al “pueblo”. Las personas son receptoras de esa cultura,
pero a la vez son, deben ser, elementos activos de la misma. Por ello es de una importancia fundamental entender a
cada uno de nosotros y nosotras, miembros activos de nuestra sociedad, como
elementos creadores de cultura y no solo como meros receptores de la misma. De
ahí la importancia que tienen los grupos de teatro de base (teatro amateur) ya
que, aparte del dinamismos social propio de una asociación, hacen que las personas
desarrollen su cultura, desarrollando la cultura de todos, la social.
Hace ya una docena de años que nació Banarte Antzerki
Taldea en Abadiño. Desde entonces hemos ido viendo, cada vez con mayor
claridad, la importancia que tiene la participación de la ciudadanía en las
actividades culturales en realidad en todas las actividades que se desarrollen
en una sociedad, es la forma de ejercer el “poder que reside en el pueblo”).
Por ello mantenemos nuestro taller de teatro que sirve el facilitar esta forma
de creación de cultura (ya hemos dicho que individual y colectiva) en los
vecinos y vecinas de nuestros municipios, tanto de nuestra comarca como de
otras cercanas.
Un año más damos comienzo a esta actividad que tiene
un inconveniente grave, un grado de enganche y compromiso alto. Pero que hace que realidad
el hecho de crear seres humanos dignos e íntegros. Seres humanos con una
desarrollado “juicio crítico”.
Para aquella persona que le interese, nos puede
encontrar en http://banarte.net y si lo desea puede ponerse en contacto con nosotros
en banarte@gmail.com.
Rafa Herce septiembre de 2019.
Para Mugalari Kultura http://mugalari.info/opinion/el-teatro-es-cultura/
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