En la incertidumbre

Llegaba el 1 de enero de 2021, el año esperado de la certidumbre que se enfrentaba a la incertidumbre del 2020, el año de la pandemia, del coronavirus, de la COVID-19, de la suspensión, de la limitación, del miedo la suspensión y el encierro. Las ganas de hacer, de volver a la realidad nos hacen pensar que la incertidumbre era pasada, pero la realidad se impone y los sueños sueños son, que decía Calderón.

Este sábado representamos "¡Ese no!" en Erandio, el lugar será especial, una carpa ubicado en la plaza del ayuntamiento  en  Altzaga a las seis de la tarde, cuando todavía no se  ha puesto el sol. Todo para prevenir los contagios, para dar seguridad a la representación. Aún así no sabemos si podremos ir, si a esa hora se podrá precipitar la fórmula de sortilegio que haga que, por hora y media, la realidad se torne sueño y el público asistente pase a un tiempo y un lugar de ficción que le haga olvidar la dura realidad. Realidad que posiblemente pueda ser un sueño.

Independientemente del presente, tenemos que trabajar para construir el futuro. En el caso de Banarte Antzerki Taldea, no parar de construir y preparar el hecho teatral para llevarlo allí donde nos llamen y donde podamos acudir. Llevar un momento de virtualidad que deje una huella en la realidad de aquella persona que lo ve y lo siente. Es nuestro reto que convertimos en obligación.

A la seis de la tarde en la  carpa de la plaza 23 de septiembre de Erandio comenzará el espectáculo. Fuera, puede ser que esté lloviendo y haga frío, entre el público, puede ser que el virus ese ronde, pero por un momento todo dejará de existir para sentirno dentro del salón de Cayetana Sota y Gustavo Ortega, en ese segundo piso del enorme portal del edificio del siglo XIX en pleno barrio de San Francisco de Bilbao. Veremos llegar a Roberto Cuesta con su trombón de varas y su exquisito estilismo, equilibrio y equidistancia. A Enrique Sota, el hermano de Cayetana, con su espíritu alegre, su humor ácido y su ostentación de triunfo y a su mujer, que lleva dentro su hijo, la catalana Gemma Grau reconocida personalidad del mundo del diseño y la moda que ha traído a la vieja Euskal Herria el aire modernista, intelectual y moderno de esa Barcelona siempre puntera y Europea, siempre adelantada a  su tiempo. Una velada familiar, única y trascendental. La magia es tal que no habrá posibilidad de que exista virus o coronas, o coronavirus, que puedan llevar a la desgracia a los asistentes. No en balde, la experiencia nos dice que la cultura es segura.  No lo dudes, ven a vivir esta experiencia.