"Castellanos de alma labrados como la tierra y ligeros como las alas" Miguel Hernández definia así en 1937 a los castellanos. Será nuestro público el sábado 2 de abril. En la nueva sala levantada en el antiguo cine Calzada de Dueñas, llamada ahora Auditorio Municipal. La vieja ciudad de Dueñas, situada en la confluencia de los ríos Carrión y Pisuerga, en la frontera entre Tierra de Campos y El Cerrato, a la que pertenece, en el sur de la provincia de Palencia, limítrofe ya con Valladolid, nos esperará expectante hasta que a las ocho y media de la tarde se levante el telón de su nuevo espacio escénico del que tan buen provecho están sacando.
Preparados de nuevo toda la magia del teatro. Cuando las luces de sala se apaguen, la música que ha acompañado la entrada de público se callé y se descorra el telón de terciopelo azul dejando ver el salón de Gustavo y cayetana. Cuando la música comience a sonar y la luz empiece a iluminar la estancia comenzará una vez más la magia que llevará a los y las eldanenses presentes en la sala a un nuevo mundo de ficción lejos de la realidad oscura que está inquietante primavera del año 2022. Una triste primavera en la cual dejamos ya de contar con el virus del COVID-19 y su pandemia, para pasarnos a la guerra y a la crisis profunda fruto de la misma.
En la vieja ciudad de los vacceas de Eldana, que tras pasar por la manos de los romanos, los visigodos, los árabes se conforma como villa realenga de Castilla. La Castilla de Palencia y sus aguas, la Castilla del Canal. Los viejos muros de las casas, palacios e iglesias de Dueñas darán cobijo a Banarte Antzerki Taldea y con él a todos los personajes que "¡Ese no!" lleva de un escenario a otro y toda la historia que se cuenta, monta y crea para que en esa hora y media la virtualidad sustituya a la realidad en la cabeza, en la mente, de cada persona que ha decidido acompañarnos en esta nueva creación.
La magia del teatro, que crea realidades ficticias que nos cuentas retazos de la vida y nos muestra un espejo en el que nos podemos mirar y ver es una de las principales manifestaciones culturales del ser humano. Desde las representaciones vinculadas a las ceremonias rituales y religiosas, a las manifestaciones en los teatro y anfiteatros griegos o romanos. En los escenario orientales ligados con una idiosincrasia mitiga, el teatro es una de esas acciones que vienen servir de catarsis social. Que permite la comunicación de ideas y valores. Dinamiza el pensamiento crítico y entretiene. Eso a quien lo ve, y a quien lo hace lo llena de conocimiento. De ese conocimiento difícil de obtener, el conocimiento propio. Como no podría ser de otra forma, en el Día Mundial del Teatro no podemos más que gritar, en esta ocasión por encima de las bombas,
¡VIVA EL TEATRO!
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